

El trabajo específico para el libro de los Ferry comenzó en 2011-12, por el alza del precio del oro a nivel mundial. "En ese momento se prendieron las alarmas en Colombia, se descubrió que el oro estaba financiando la guerra en ese entonces", explica. Empezó a percibir que paralelamente había proceso de estigmatizar todos los mineros como criminales: "Se habla de minería ilegal sin distinguir entre grupos que son realmente mafias y los 360.000 mineros en este país que son informales".
En esta imagen, mineros independientes trabajan en una corriente llamada La Cianurada, en el departamento de Antioquia. El nombre viene del cianuro que históricamente ha fluido hacia abajo desde la mina Frontino Golden, explica Ferry.
En el caso de las minas de socavón, se sacan las rocas de la veta y se llevan a un entable, donde se extrae el oro. "Se pone mercurio, limón, melaza y a veces cal y unas bolas de manganeso", cuenta.

"El oro se derrite a 1046 grados Celsius", escribe en "Batea" Elizabeth Emma Ferry. "El horno que derrite este oro está aún más caliente. Está tan caliente que sus llamas no se vuelven rojas o blancas, sino verdes… El calor parece estrellarse con el aire y el aire parece vaciarse y esperar. Se siente como si en cualquier momento el espacio alrededor del horno cediera y se revolviera en un mundo de fuego. Se siente como si la tierra y el molino y el horno y todos nosotros alrededor del horno nos convirtiéramos en estrellas".